Pintores, Escultores y Arquitectos Colombianos: Alejandro Obregon

Pintor Colombiano, su familia se traslado definitivamente a Barranquilla, cuando Alejandro había cumplido 16 años. En 1938 se traslado a Boston Massachusetts, con el fin de estudiar aviación, carrera que no termino, pues por problemas con un profesor fue expulsado de la escuela y regreso a Barranquilla, a trabajar en la fabrica de textiles de su padre. En 1939 decidió irse a trabajar como conductor de camión en los petróleos del catatumbo, lo que estimulo su carrera como pintor, pues la selva y su mundo, el de los motilones, lo embelesaron. Poco tiempo después comprendió que su destino estaba en los pinceles, la paleta, la espátula y los colores. Viajo, entonces (1940) a Boston con el fin de estudiar pintura, se matriculo en "El sotano del museum of fine arts school", donde funcionaba una escuela para niños. Allí duro un semestre y realizo su primera exposición. Viajo a España donde de vinculo a la famosa escuela de artes de la llotja, donde fue expulsado por defender vehemente el arte americano. Ingreso entonces al circulo artístico y después se convirtió en autodidacta. Se dedico a perfeccionar sus conocimientos a través del estudio de las obras de los grandes pintores sensuales Españoles.

Permaneció en Barcelona hasta 1944, luego se radicó en Bogotá, fue nombrado profesor de la escuela de bellas artes de Bogotá, sonde pudo realizar de una obra titánica. Su pintura es contradictoria y oscila entre cierto academicismo tradicional y un expresionismo cezzaniano muy trazado. Sin embargo empezaba a mostrar un estilo vital y fogoso, con colores violentos que paso a reemplazar tonalidades grises: sus temáticas dominantes fueron autorretratos, cabezas femeninas y paisajes.

EXPRESIONISMO MÁGICO

Comenzó en 1949, cuando incorporo en su pintura, lo que se dio llamar “Expresionismo mágico”, con recuerdos del cubismo. Incorporó temáticas como: los peces de las barracudas, acontecimientos de la época, pues presenció en Bogotá los sucesos del 9 de abril de 1948, vio arder la ciudad, ríos de sangre por las calles, almacenes saqueados, escombros y muertos.